OPINIÓN. Por Daniel Guerin
Un compañero recomendaba “no ponerse el abrigo de oso antes de cazarlo”. Todo indica que esto es lo que han hecho varios, repartiendo cargos en el poder judicial imaginándose en el gobierno por mucho tiempo más. No estaba mal aquel optimismo, solo estaba equivocado, unos pocos pensábamos que el desastre económico que estaban realizando terminaría en el FMI y, con él, con las autoridades que los cobijaban.
Las torpezas económicas y los tropezones lingüísticos para explicarlas, no difieren en modos y formas con los atropellos que estamos observando en el inicio, desarrollo y final de las causas judiciales que llevaron adelante.
Escuchas ilegales aceptadas como prueba luego de que “periodistas” las encontraran en la calle. Cuadernos quemados que se recuperaron. Peritos expertos en lo que haga falta. Dichos escuchados de mesa a mesa en un bar transformados en pruebas. Mejoras salariales por encima de los acuerdos paritarios considerados como delitos. Organismos elegidos en elecciones libres sentenciados como asociaciones ilícitas. Dictámenes judiciales ordenando cómo legislar. La lista de irregularidades sigue. Esta fue escrita a las apuradas y de memoria. Alcanza para entender quiénes tienen las potestades para resolver sobre nuestras vidas y bienes. Expresa de qué modo un sector social, escudado detrás de un título universitario, se erige por encima del resto de los mortales fijando y dictando los valores sobre los que debe desarrollarse la sociedad.
La causa contra la Comisión Directiva de UOCRA Bahía está dentro de éste modelo de “gestión”. No tenemos vista a la reunión previa que puso en funcionamiento la maquinaria, pero haciendo un breve seguimiento de las notas publicadas por la prensa oficial sobre el proceso y las declaraciones de las autoridades por ese entonces, es imposible no ver el paralelismo.
Crear un conflicto. Presentar los reclamos con palabras clave previamente dictadas. Hacer que las autoridades políticas declaren contra las direcciones gremiales. Acompañar con notas de prensa que den base a lo expresado. Iniciar causas de oficio. Ingresar los reclamos de empresarios y aceptarlos como pruebas. Publicar las filmaciones de allanamientos, fotos de los detenidos esposados con protección antibalas y anunciar que están prófugos antes de que se emita la solicitud de detención. Declaraciones de prensa de fiscales y jueces con muchos adjetivos y pocas pruebas. Declaraciones de autoridades políticas apropiándose de la decisión de las detenciones.
Lo que llama la atención es el modo en que la pata mediática bahiense se anticipó a mostrar los premios que se otorgarían a los que, sin contemplar procedimientos ni evaluación de prueba, se comprometieran con la persecución. A mitad de noviembre del ‘18 Macri elevó los pliegos para nombramiento de jueces pero ya era tarde. El gobierno había trocado en otra cosa.
Qué pena, cuando estaban por probarse el abrigo, entró el FMI y Macri dejó de “gobernar”. Ahora, para empeorar las cosas, apareció un video mostrando el modo en que resolvían sobre las libertades de las personas.
Justo, justo cuando se ponían una manga del tapado, el oso se movió.