CAREM 25: ORGULLO ARGENTINO

El relato de la visita de La Grappa Contenidos a la construcción de una central nuclear única en el mundo, diseñada íntegramente por argentinos, con componentes que mayoritariamente provienen de la Industria Nacional.

Especial de La Grappa Contenidos para “Botellas al Mar” (Radio Nacional Bahía Blanca)

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LA VISITA

A principios de diciembre fuimos invitados por el Área de Prensa de la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica) a visitar la obra de construcción del proyecto CAREM 25, ubicada en Lima (provincia de Buenos Aires, muy cerca de Zárate), en un predio contiguo a las centrales Atucha (I y II). La visita se concretó el pasado 12 de diciembre, compartiendo la actividad con cronistas de la Televisión Pública y el diario Ámbito Financiero.

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¿QUÉ ES EL PROYECTO CAREM25?

“CAREM” (Central Argentina de Elementos Modulares) es una central nuclear “pequeña”. Está pensada para generar energía eléctrica y entonces, antes de describirlo, es menester referirnos muy brevemente al principio de generación de energía eléctrica que utilizan todos los sistemas que conocemos, a excepción del fotovoltaico: una turbina que impulsa un rotor que gira dentro de un “estator”. Es decir que transforman energía mecánica (el movimiento rotatorio) en energía eléctrica.

La cuestión es cómo lograr que el rotor se mueva. Así, los molinos eólicos lo logran utilizando el viento, las centrales hidroeléctricas aprovechan la fuerza de corrientes de agua con grandes caudales. Y también existen las “térmicas” que lo logran elevando la temperatura de agua líquida, convirtiéndola en vapor, presurizándolo y dirigiéndolo adecuadamente hacia la turbina para hacerla girar.

Entonces, la gran diferencia de las centrales nucleares con el resto de las térmicas es la manera en que se produce el calor necesario para convertir agua en vapor. Pues bien, las demás lo hacen quemando combustibles: gas, fueloil y hasta carbón. En cambio, las nucleares lo producen mediante un proceso de reacciones de “fisión” nuclear que se da en un reactor.

Y señalamos “gran” diferencia, porque en el proceso de quemado de los combustibles que aludimos, se generan ingentes cantidades de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero que explican en buena medida el calentamiento global y el cambio climático que afecta al planeta.(1)

Central térmica convencional

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En cambio, la fisión nuclear no produce ningún tipo de gas, y entonces, la afectación al medio ambiente es mínima. Si bien es cierto que los residuos de los elementos que utiliza deben ser tratados adecuadamente, dado que, luego del proceso, algunos permanecen radiactivos por muchos años, los procesos y actividades de la gestión de estos residuos se realizan cumpliendo estrictamente las regulaciones y normativas nacionales e internacionales. En ese marco, la CNEA sigue el Programa Nacional de Gestión de Residuos Radiactivos (PNGRR). Según se explica en el sitio del PNGRR “…El objetivo de la gestión de estos residuos es el confinamiento y aislamiento por un período determinado y en condiciones tales que no implique un riesgo radiológico inaceptable para las personas ni para el ambiente, tanto para las generaciones presentes como para las futuras…” (2) 

Entonces, refiriéndonos particularmente al CAREM25, diremos que es un reactor nuclear que integra la categoría de los modulares de baja y mediana potencia (se los conoce como SMR por la sigla en inglés) que ha sido diseñado y construido ÍNTEGRAMENTE EN LA ARGENTINA, siendo el primero en su tipo, y presentando varias particularidades y diferencias con los convencionales, que lo hacen muy singular:

  • El reactor posee los más altos estándares de seguridad imaginables, pese a lo cual su construcción, operación y mantenimiento resultan más simples que en la mayoría de las centrales nucleares que operan en el mundo.
  • Presenta sistemas pasivos de seguridad (es decir, no requieren energía eléctrica externa ni operación humana para entrar en funcionamiento) ante eventuales y poco probables desperfectos y, por su diseño, posee una “seguridad intrínseca” que en el peor escenario lo apaga solo por convección, sin necesidad de impulsar mecánicamente el refrigerante (bombeo), el cual, para explicarlo mejor, “cae” por gravedad. 
  • En el “recipiente de presión” se integran el circuito primario, los mecanismos de control y parte del circuito secundario
  • Utiliza como combustible uranio enriquecido (3,1%) y agua natural como refrigerante/moderador
Esquemas comparativos (3)

El CAREM25 generará 32 MW de potencia eléctrica. Para interpretar el dato, se señala que podría abastecer una ciudad de aproximadamente 120.000 habitantes. Como ya se dijo, su tecnología está íntegramente desarrollada en nuestro país, y tiene un 71% de integración nacional, o sea que ese porcentaje de sus componentes están manufacturados en la Argentina

Fotografìas: MARCELA VIDAL

Ocupará las instalaciones que están en obra -algunas de cuyas imágenes acompañan esta columna-, que totalizan 18.500 m2. Su construcción comenzó a principios de 2014 y entre 2016 y 2019 sufrió un proceso de desfinanciación que prácticamente paralizó su desarrollo y -lo más difícil de superar- hizo que muchos científicos y técnicos de profunda formación abandonaran el proyecto. Desde 2020 esa circunstancia fue revirtiéndose paulatinamente hasta la actualidad, en la que tanto la obra civil como la construcción del reactor y sistemas accesorios volvieron a tomar el ritmo deseado.  

Es importante saber que este es un prototipo y que las versiones “comerciales” podrán generar entre 100 y 120 MW. Los eventuales interesados del exterior podrán apreciarlo en servicio, entregando potencia, condición esencial para comprobar su capacidad y cualidades.

Así las cosas, hasta la actualidad las centrales nucleares eran de una magnitud tal, que su construcción y puesta en marcha requerían una inversión inicial enorme (entre 6.000 y 8.000 millones de dólares). En cambio el CAREM, por lo simplificado de su diseño y su modularidad necesita muchos menos recursos para entrar en servicio y comenzar a generar energía, lo que facilita la posterior instalación de otro módulo y así ir cubriendo las necesidades energéticas con un financiamiento mucho más accesible. Esta característica, unida a incorporar la tecnología de punta descripta, indudablemente facilitará su exportación en un momento donde la transición energética se presenta como urgente e inevitable.

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CONCLUSIÓN

El conocimiento de este proyecto pone en superficie varios aspectos:

  • La capacidad científica y tecnológica, mayormente desarrollada por la Comisión Nacional de Energía Atómica y  las Universidades Públicas de nuestro país, nos coloca en un lugar de privilegio en el mundo
  • La exportación de esta tecnología estará formada mayoritariamente por trabajo y conocimiento argentinos
  • Esa exportación aportará divisas al país que resultan sumamente necesarias para estimular nuestra actividad económica, utilizándose para pagar las importaciones de bienes de capital e insumos necesarios para ello
  • La venta al exterior, sumada a las que se realizarán en el corto y mediano plazo por recursos mineros e hidrocarburíferos, permitirán diversificar la fuente de divisas, que hasta el momento se concentra en la exportación de productos primarios, con baja incorporación de valor agregado
  • Superando slogans y prejuicios, estos generadores aportarán a la transición energética y permitirán en todo el mundo complementarse con las fuentes renovables.
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Imágenes y entrevistas hechas en la visita,

(1): https://www.argentina.gob.ar/ambiente/cambio-climatico/efecto-invernadero#:~:text=Estas%20actividades%20han%20aumentado%20el,planeta%20y%20modificando%20el%20clima

(2): https://www.argentina.gob.ar/cnea/Tecnologia-nuclear/programa-nacional-de-gestion-de-residuos-radiactivos

(3): https://www.unsam.edu.ar/tss/carem-el-reactor-modular/