Por JUAN REGINATO
Martes 14 de marzo, 19 hs. En la calle el calor es agobiante pero no alcanza para desanimar a los más de tres mil militantes que festejan la normalización de la CGT.
Dentro del edificio histórico, en la esquina de Mitre y Rodriguez, se desarrolla el plenario del que participan los secretarios y las secretarias generales de 85 organizaciones sindicales.
Horacio Otero, Pro Secretario de Organización de la CGT nacional conduce el plenario con soltura. Viene de lograr acuerdos de unidad a lo largo y ancho del país siguiendo el mandato de la central obrera y la convicción de su referente Abel Furlán, secretario general de la UOM.
Tiene método, mantiene ordenado el desarrollo, propone los temas, escucha las mociones, somete a votación. Sabe que la liturgia de la organización adquiere sentido en el marco de la reflexión política y entonces va soltando definiciones.
Otero cita al Papa Francisco para destacar que la Unidad es superior al conflicto y pone en valor a la organización de los trabajadores que ha podido trascender en el tiempo pese a las persecuciones en sus distintas formas.
Reseña la persecución de ayer, desde el asesinato de dirigentes como Rucci o Vandor, las desapariciones de Felipe Vallese y Oscar Smith, la cárcel y tortura como el Barba Gutierrez o el mismo Lorenzo Miguel, para luego señalar las nuevas formas de persecución, la intervención de 18 gremios durante el macrismo y la actuación de sectores judiciales cómplices.
Deja en claro que desde el movimiento obrero se hará todo lo posible para no volver a esa etapa y recuerda que al llegar la pandemia fueron los trabajadores y las trabajadoras quienes se expusieron poniendo en riesgo sus propias vidas.
Avisa que desde esa centralidad política y social los trabajadores deberán tener protagonismo en el plano electoral, convoca a trabajar por el triunfo en la provincia de Buenos Aires y da paso a los saludos de integrantes de la CGT nacional, del ministro de trabajo provincial Walter Correa y del gobernador Axel Kicillof.
Antes de pasar a la firma de los acuerdos logrados Daniel Gomez, histórico dirigente de la UOM local, recordó a los dirigentes sindicales recientemente fallecidos, mencionando entre otros a Carlos Arrigoni y a Humberto Monteros.
Finalmente se formalizó la conducción en manos de Roberto Arcángel, del gremio de Camioneros, Miguel Aolita de Empleados de Comercio y Carlos Boer de la UOCRA representado cada uno de ellos a distintos sectores del sindicalismo local, mientras un amplio número de secretarías fueron ocupadas por distintos gremios presentes.
La política trazada desde la CGT nacional, su correlato en la unidad de las organizaciones sindicales bahienses y la institucionalización de los acuerdos es un buen dato para todos los trabajadores. La historia demuestra que cada vez que hubo dispersión política y sindical se beneficiaron los sectores más poderosos en detrimento de quienes viven de su salario.
Mientras las posibilidades de crecimiento económico asoman a la vista resulta valedero y por qué no indispensable que quienes aportan su trabajo para lograrlo estén dispuestos a discutir sus beneficios.