Carlos Raimundi, embajador ante la O.E.A.

Carlos Raimundi hace un análisis de la OEA al interior de la organización. Al margen de resaltar las diferencias de principios, ideologías e intereses a los que defienden los diversos integrantes, subraya que allí se reproduce la situación de hegemonía de Estados Unidos, en tanto resulta ser la potencia económica por lejos más importante de la región. Al mismo tiempo considera que ese desequilibrio se advierte también en las estructuras que devienen como sus satélites. Caracteriza a los Estados como los representantes genuinos de los intereses de los pueblos.

También evalúa el cambio de tradición en el nombramiento de funcionarios de ciertas organizaciones que no están relacionadas con la OEA, que se dio en tiempos de la administración Trump.

Más adelante describe la situación política actual en Latinoamérica y las relaciones entre los gobiernos, que resulta ser función de los intereses reales que cada uno de ellos representa, aspecto que define también el funcionamiento del Mercosur.

Señala que conceptos como integración y unidad no son meramente declamativos y declaraciones de principios, sino una necesidad real que presentan los países para mantener o incrementar el bienestar de sus poblaciones. Así las cosas, considera que los conflictos coyunturales que existen son, por definición, de corto alcance y tenderán a resolverse por la propia necesidad, en tanto resulta imprescindible mantener un bloque que pueda enfrentar exitosamente el devenir social y económico.

Aclara que el gobierno argentino actual no reconoce a Guaidos, presidente fantasma autoproclamado de Venezuela, a diferencia de la administración anterior (la misma que envió armas a Bolivia para colaborar con un golpe de estado).

Finalmente pone de relieve el rol del Alberto Fernandez en el proceso democrático y de integración latinoamericana.